Después de 23 años alquilando recibe una llamada inesperada: "¡La casa es tuya!"

por Patricia Zorzenon

22 Octubre 2022

Después de 23 años alquilando recibe una llamada inesperada: "¡La casa es tuya!"
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Ser dueño de una casa es el sueño de muchas personas que, desafortunadamente, no pueden permitirse comprar una o recurren a un alquiler. Tener una casa significa tener una base, un lugar propio para sentirse seguro y resguardado del mundo exterior en los días más difíciles, o un lugar en el cual poder invitar a otras personas y compartir la alegría y los espacios propios. Alquilar una casa, en cambio, significa seguir pagando infinitamente por algo que nunca será realmente tuyo. La mujer protagonista de esta historia, después de 23 años alquilando, recibió una hermosa sorpresa por parte del dueño de la casa.

via Youtube / A current affair

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Youtube Screenshot

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Jane Sayner, una mujer de 74 años, vivió durante 23 años en la casa de John Perrett, un farmaceútico de la zona. Para vivir en esta casa, ubicada en St Albans, en el Noroeste de Melbourne, Australia, la mujer pagaba $200 por semana. El precio de su alquiler nunca se ha modificado a lo largo de los tantos años en los que ha vivido allí y Sayner siempre describió a Perrett como un excelente propietario, que prefería recibir el dinero en efectivo, pero que nunca quiso más de lo que habían establecido. Jane inmediatamente se sintió como en casa y seguramente ha colaborado en hacer que la casa sea más acogedora: cuando entró por primera vez, no había absolutamente nada y hasta el jardín estaba vacío. Sin embargo, gracias a su mano para las plantas, la mujer logró hacer revivir incluso a ese pedazo de tierra, hoy lleno de plantas y flores de colores.

También John Perrett, el anciano dueño de la casa, se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba a Jane esa propiedad, -era fácil darse cuenta por cómo la mujer trataba bien a la casa y cómo la cuidaba en cada detalle. Entonces, un día, llamó a la mujer y le dijo algo absolutamente inesperado: le dejaría la casa para siempre y sin ningún costo adicional.

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Wikimedia / Not the actual photo

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"Un día recibí una llamada de él, me dijo: "Quiero que hables con mi abogado, está aquí en este momento, puedes darle tu nombre completo porque te estoy dejando toda la casa", recordó Jane. El hombre, ahora anciano, vivía ya hace algún tiempo en un hogar de ancianos y al ver a Jane lo mucho que quería esa casa decidió regalársela. Después de todos esos años de alquiler, ha sido un poco como comprar la casa y para Jane ha sido un regalo increíble: finalmente, de hecho, podrá disfrutar de su jubilación. Mucho tiempo después, se descubrió que ese simpático y generoso farmaceútico, John Perrett se había hecho millonario y nunca había dejado de hacer el bien con los demás. Sin hijos o parientes cercanos, le había donado la casa a la señora Sayner y varios millones de dólares a un hospital de la zona.

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