Un niño de 6 años reza arrodillado en una calle desierta: su deseo es que el Coronavirus termine

por Patricia Zorzenon

18 Abril 2020

Un niño de 6 años reza arrodillado en una calle desierta: su deseo es que el Coronavirus termine
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La epidemia de Coronavirus está cosechando sus víctimas en todo el mundo y en muchos países están en práctica medidas restrictivas para limitar el contagio. Perú es uno de muchos países que está afrontando la emergencia como puede: cierre del año escolar, masiva presencia de las fuerzas del orden en la calle y toque de queda desde las seis de la tarde hasta las 5 de la mañana. Quien tiene fé apela a una presencia divina y superior, con la esperanza de poder enviar una señal positiva "hacia arriba". Y es hacia arriba donde mira el niño peruano en la foto que ha dado la vuelta al mundo: tiene 6 años y esta rezando intensamente en una calle desierta, fuera de su casa.

via Facebook / Claudia Alejandra Mora Abanto

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Calle Junín, Guadalupe, La Libertad, Perú Lunes 13 de abril | 8 pm Les cuento la historia de esta foto que tomé hace...

Pubblicato da Claudia Alejandra Mora Abanto su Lunedì 13 aprile 2020

Manos juntas y mirada hacia arriba, es la oración de Alen Castañeda Zelada, un niño de 6 años que quiere pedirle a Dios que detenga el Coronavirus. Los ciudadanos del barrio se habian reunido para rezar, "Para pedirle a Dios una mano por la situación de emergencia que estamos viviendo" y, en el momento anterior donde todos salen de sus casas para rezar con una vela prendida, la fotógrafa Claudia Aleandra Mora Abanto ha aprovechado para robar algunas tomas con su cámara fotográfica. Es en ese momento que ha visto a Alen rezar y lo retrató. Por como cuenta, la fotógrafa le pregunto al niño por que motivo rezaba, lleno de inocencia, le respondió que quería pedirle solo un deseo a Dios, pero que habia tenido que salir afuera porque en casa había demasiado ruido y el Señor no habría podido cumplir con su oración.

Volveremos a salir y habremos cambiado a raíz de esta experiencia, y podremos compartirla abrazándonos de nuevo.

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