Esconde los síntomas del coronavirus para no postergar la operación a la nariz: ahora corre el riesgo de 12 años de cárcel
En plena emergencia del Coronavirus, mientras todos son literalmente bombardeados de mensajes que invitan a estar en casa y a no tener contactos con ninguno sobre todo en presencia de síntomas sospechosos, hay también quien prefiere cultivar en la propia huerta y pensar antes en los propios intereses que en aquellos de la comunidad.
Es el caso de un hombre que se ha presentado en el hospital de Parini de Aosta para efectuar una rinoplastía como finalidad estética asociada a una septoplastia como finalidad terapéutica: intervenciones importantes pero seguramente postergables, sobre todo porque el hombre ha omitido un detalle no realmente insignificante.
Según la reconstrucción, el hombre había trabajado hasta algunas semanas antes en una localidad turística frecuentada por muchas personas provenientes de Lombardía, la región más afectada por el virus. En los días anteriores a la operación había manifestado los síntomas sospechosos como tos y ardor en los ojos, pero había pensado muy bien en omitirlo por miedo que la operación tan ansiada fuera postergada. A darse cuenta ha sido la anestesista, que ha revelado un anómalo aumento de la temperatura corporal en la fase pre-operatoria y entonces ha requerido el hisopado.
Sin embargo, lamentablemente el daño estaba hecho: el hombre ya había tenido contacto con el personal médico (anestesista, cirujano y enfermeros) exponiendo a todos a un posible contagio.
Obviamente, más allá de tener que renunciar a la operación, deberá ahora responder por varias acusaciones, que pueden ir desde lesiones personales culposas hasta la epidemia culposa, con una pena que puede llegar a 12 años de cárcel.
