Desde las infecciones del oído al dolor de garganta: todos los usos antibacterianos del ajo, un potente antiviral natural

por Patricia Zorzenon

06 Agosto 2019

Desde las infecciones del oído al dolor de garganta: todos los usos antibacterianos del ajo, un potente antiviral natural
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¿Que cosa les viene a la mente leyendo la palabra "ajo"? Además de tener lejos a los vampiros, seguro la primera asociación de ideas es con la cocina. Sin embargo se trata de un ingrediente muy usado para saborizar diferentes platos, sea fresco que deshidratado. Alejándose un poco del contexto culinario, se descubre que esta planta tiene también extraordinarias propiedades beneficiosas, porque resulta muy eficaz como antibacteriano y antiviral natural. Porqué y en qué modo el ajo puede revelarse precioso para la salud.

via medical news today

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Maxpixel

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El ajo, como también la cebolla, los puerros y cebolletas, contiene una molécula denominada allicina que realiza una importante función de protección contra el desarrollo de las células tumorales. La elevada presencia de antioxidantes, como los tocoferoles y flavonoides, contribuyen además, a contrarrestar los daños de los radicales libres.

Otras sustancias saludables son las saponinas, obviamente abundantes en el ajo, que contribuyen a tener bajo control el colesterol activo y a prevenir las patologías cardiovasculares. Todos los beneficios apenas enumerados son más o menos conocidos desde hace tiempo, incluso según un estudio efectuado por el Institute for Health and Nutrition Research, en Etiopía, el ajo tendría concretas cualidades curativas contra las infecciones renales: resfríos, tos, otitis y pulmonitis.

Además, el ajo puede servir para confeccionar gotas para el oído para el tratamiento de infecciones del oído medio. Si desea preparar un remedio casero a base de ajo, son necesarias: 3 cucharadas de aceite de coco, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y 5 dientes de ajo pelados.

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Flickr / Tina Franklin

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El procedimiento es el siguiente: calentar el aceite de coco y agregar el aceite de oliva y los dientes de ajo aplastados. Mezclar y dejar reposar todo por una media hora. La mezcla puede ser conservada en un frasco de vidrio, anteriormente esterelizado.

El uso del compuesto es tópico, o sea va aplicado según la necesidad sobre la zona crítica, frotándola sobre el pecho en caso de tos, sobre las narices para el resfrío y poniendo una gota en el oido en caso de otítis. Antes de asumirlo se aconseja de consultar al propio médico para verificar que no haya particulares contradicciones o precauciones de uso.

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