Nadador corría el riesgo de ser atacado por un tiburón: grupo de delfines lo protege

por Patricia Zorzenon

17 Diciembre 2022

Nadador corría el riesgo de ser atacado por un tiburón: grupo de delfines lo protege
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Estamos acostumbrados, por lo general, a leer gestos maravillosos que los humanos realizan con los animales, quizás para protegerlos, ayudarlos y estar cerca de ellos, sin poder, en algunos casos, valerse por sí mismos. Pero sucede también que son los animales quienes nos protegen a nosotros, hombres y mujeres.

Es un ejemplo la historia de solidaridad y altruismo de la cual queremos hablarles. En el centro de esta historia se encuentra un nadador y un grupo de maravillosos delfines. Veamos qué fue lo que sucedió.

via Adam Ocean Walker/Youtube

La historia tuvo lugar en Nueva Zelanda donde Adam Walker, un nadador profesional, tenía la intención de establecer un nuevo récord profesional. El hombre, especializado en la disciplina de natación a fondo o también conocida como la de las aguas libres, estaba tratando de recorrer el estrecho de Cook, largo unos 22 kilómetros cuando sucedió algo extraordinario que fue inmortalizado en un video.

Poco después de haber comenzado con su recorrido, el nadador se dio cuenta que estaba rodeado por una manada de delfines. Los animales, conocidos por su inteligencia y simpatía, lo estaban acompañando en su entrenamiento. Esto lo debaja extremadamente tranquilo, pero no sabía que había un motivo más importante por ese comportamiento.

Mirando a su alrededor, después de algunos momentos, Adam se dio cuenta que nadando junto a él no estaban solamente los delfines, sino también un largo tiburón blanco. El depredador lo estaba siguiendo y podría haber intentado un ataque, pero al lado del humano estaban los delfines y esto, quizás, lo hizo desistir.

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Adam Ocean Walker/Youtube screenshot

Adam Ocean Walker/Youtube screenshot

"Mientras seguía nadando miré hacia abajo y, a pocos metros de distancia, vi a un tiburón que me seguía -contó el hombre- Decidí mantener la calma y seguir por mi camino".

Se sabe, de hecho, que estos animales son atraídos por los movimientos frenéticos y por la agitación, mientras que seguir nadando rítmicamente y con la misma frecuencia, no llamaría más la atención. Y además estaban los delfines que lo estaban protegiendo y que permanecieron a su lado durante los 50 minutos de trayecto. Es cierto, Adam no pudo afirmar con certeza que estaban allí por esto, pero quiso creer que fue así por la maravilla del gesto y su espontaneidad.

¿Alguna vez han visto tantos en vivo?

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