El padre pasa el semáforo en rojo y su hijo de 5 años llama a la policía: "arrestelo"

por Patricia Zorzenon

15 Agosto 2019

El padre pasa el semáforo en rojo y su hijo de 5 años llama a la policía: "arrestelo"
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A los niños no se les escapa nada. Así se puede sintetizar el singular episodio que estamos por contarles, ambientado en Alemania, en la ciudad bávara de Wurzbrg y difundida sobre las redes sociales de la policía local.

El protagonista fué un niño de solo 5 años que, por su precisión y su dedicación a las reglas, podría tranquilamente tener algunos de más. Todo ha comenzado como un tranquilo y normalísimo viaje en auto de un padre con su hijo.

El padre, incluso, no ha sido un guiador virtuoso y su comportamiento al volante no ha dejado en verdad satisfecho al niño.

via The Times

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Pxhere

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Cuando a la policía de Wurzburg le ha sonado el teléfono de emergencia, el agente que ha recibido la telefonada ha sentido, de la otra parte del aparato, solo alguna voz distinta. Así, ha decidido de llamar.

A responderle, esta vez, ha sido el padre-guiador en cuestión, que se ha disculpado en nombre de su hijo, porque estaba haciendo perder tiempo a las fuerzas del orden. A tal punto, sin embargo, el niño, sin pensarlo dos veces, ha tomado el celular del padre y le ha dicho al policía: "papá ha pasado dos veces con el semáforo rojo: deben arrestarlo".

Asombrado, el agente ha aconsejado al pequeño de hacer una buena charla con su padre, cosa que ha sido puesta de inmediato en práctica. No es difícil imaginar el asombro que el padre ha tenido en aquel preciso momento. Quizás, propio por esto, la próxima vez lo pensará un momento más antes de pasar con el semáforo en rojo...

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holyman70/Pixabay

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Una historia que hace sonreir, seguro, pero que hace también reflexionar. Las cosas que cada día, en cada momento, decimos y hacemos delante a los hijos son visibles, no pasan inadvertidas y desatendidas. Que sean positivas o negativas, nuestros hijos están allí a mirarnos, a tomar apunte, pero también a criticar desde un punto de vista "externo".

Los pequeños, de hecho, son exactamente como esponjas. Si luego llevamos todo esto a un contexto como el alemán, donde el respeto de las reglas, tanto de tránsito como no, son muy respetadas, no es difícil creer que hechos del género puedan ocurrir con gran facilidad...

kessler.af.mil

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