17 padres que no querían animales entre los pies pero que ahora no logran nunca separarse de ellos
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Primero habían dicho perentoriamente que no querían ningún perro o ningún gato entre las piernas dentro de la casa, después de algunos días de soportar la convivencia con el recién llegado, no podían vivir sin ellos. Nuestros padres, sobre todo aquellos más ancianos, están hechos así: se lamentan mucho, pero luego al final son unos verdaderos tiernos también ellos. Si, porque la llegada de un amigo de cuatro patas en casa logra cambiar verdaderamente la vida para mejor; ¡incluso a nuestros padres!
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Y él era el que no amaba los perros...
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Ningún perro en casa, ¡pero sí en la hamaca!
¡Primero no lo quería, ahora miren como lo mima!
¡Ahora el perro y mi padre son prácticamente inseparables!
¡Ahora hacen todo juntos, incluso descansar sobre el sofá cómodamente!
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Antes decía "No quiero gatos en casa, dejan por todos lados muchos pelos!" Así es siempre él después de haber adoptado uno
No quería perros en la cama, ni en sillones, ni sobre los muebles.¡ Ahora duerme siempre junto a él!
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Por lo que parece, el ronroneo del gato detrás del cuello ahora lo relajan...
Siempre decía que, si hubiésemos tenido un perro, habría sido solo mío y no suyo: ¡cierto, como no!
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¡Un papá que no quería un conejo doméstico y un conejo que no sabía querer tanto un papá humano!
Mi padre y él no se han gustado nunca,¡ pero al final están aprendiendo a conocerse lentamente!
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Mi padre y mi madre no querían absolutamente que el perro subiera al sillón: las cosas han cambiado.
Mamá y el recién llegado...¡amor a primera vista!
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Absolutamente no lo quería: ahora son 7 años que el perro es un verdadero y propio miembro de la casa, ¡incluso para papá!
¡Creo que, no obstante todo, papá y gato se gustan mutuamente!
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Decía que toleraba el gato de mal gusto, ¡ahora se duerme cada noche en el diván junto a él!
No quería un perro en casa, ¡ahora papá comparte el desayuno cada mañana con el pequeño de cuatro patas!
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