Estar cerca del mar puede ayudar a nuestro cerebro a hacernos sentir relajados y más reflexivos: según un estudio

por Patricia Zorzenon

21 Julio 2019

Estar cerca del mar puede ayudar a nuestro cerebro a hacernos sentir relajados y más reflexivos: según un estudio
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El mar tiene efectos positivos sobre la circulación, sobre enfermedades reumáticas, sobre patologías respiratorias, etc. pero también solo el hecho de mirar y escuchar las olas da un estado de bienestar psicofísico. Muchísimas personas pueden atestiguar el sentido de paz y de felicidad que se prueba estando de frente a un parecido espectáculo natural. Por eso es que por instinto ya se sabía, ahora ha estado confirmado por un estudio científico que explica en detalle el porqué de todo esto.

via Global News

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Foshie/Flickr

Foshie/Flickr

 La observación del mar estimula la corteza prefrontal, vale decir el área del cerebro responsable de la emoción y a la instrospección, el lugar de la mente donde vienen elaboradas las emociones y se alimenta la autoconciencia de si. La activación de esta región cerebral genera sensaciones de felicidad y de tranquilidad, reflexionando así también sobre el físico.

El rumor de las olas además estimula aquello que se lograba percibir en el vientre materno y evoca protección y seguridad. Además se necesita recordar que el organismo está compuesto por un considerable porcentaje de agua, en consecuencia la cercanía con este elemento es un reclamo biológico, magnético, un regreso a la condición primitiva.

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Pexels

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 Como si no bastase casi se da por sentado decir que el contacto con la naturaleza libera la esencia del pensamiento, aumenta los niveles de serotonina y calma la ansiedad porquè estás lejos de los contextos generalmente asociados con el estrés y el caos. Por todos estos motivos y muchos otros de naturaleza subjetiva, se necesitaría buscar de volver a la proximidad del mar cada vez que sea posible.

El eterno movimiento del océano tiene un eficaz poder curativo que va aprovechado a pleno, para reconquistar el equilibrio y recargar los propios recursos mentales. El mar en detalle es cuanto más impactante la madre naturaleza puede ofrecernos, pero en línea de máxima cada escenario más allá de aquel al cual se está acostumbrado en las ciudades llena de gente es positivo para el sistema nervioso y para la salud del cuerpo. Incluso una vez, la ciencia en sustancia no hace otra cosa que convalidar aquello que intuitivamente el hombre siempre ha sabido y que demasiado a menudo olvida alejándose de su estado más autèntico.

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