Padres e hijos son invitados a hacer un juego, pero al final es una ducha fria...
En este experimento, la asociacion francesa Noemi ha invitado padres e hijos a imitar las muecas que muestran, separandolos con un panel en modo que no sean influenciados mutuamente. Cuando al final, en la pantalla aparece una persona discapacitada, las reacciones son diferentes. Los adultos sienten verguenza y quedan petrificados; los niños en vez, con la naturaleza que los contradice, continuan a jugar como si nada sucediera, mostrando tambien que la discapacidad puede ser tratada con normalidad, y que con ella se puede reir y bromear sin alzar barreras.
